Presente crisis económica y la educación

La caída de la actividad económica se traducirá en una caída muy significativa de los ingresos fiscales. Los países más vulnerables no necesariamente podrán asegurar su gasto en educación. Después de la crisis de 2008, la mayoría de los países de la OCDE inicialmente mantuvieron o incluso aumentaron su gasto público en educación, pero posteriormente se produjeron recortes con las medidas de austeridad que se tomaron a partir de 2010. La OCDE estima que un tercio de los países de la OCDE redujeron sus presupuestos designados a invertir en educación entre 2009 y 20107. Su estudio también muestra que los salarios de los maestros se congelaron o recortaron entre 2009 y 2011 en 12 de los 25 países para los que se disponía de datos. Los países más pobres, que dependen de la ayuda internacional, han sido los más afectados por la caída del gasto en educación. La OCDE menciona a Chad o Níger, donde el gasto en educación cayó entre un 7% y un 10% entre 2009 y 2010.

Panorama mundial

En el caso particular de Estados Unidos, la creciente participación de los Estados en la educación exacerbó el impacto de la recesión de 2008/2009 en la educación, ya que las dificultades financieras que enfrentaron los obligaron a realizar grandes recortes. En 2020, las dificultades económicas de los Estados, que están a cargo de las prestaciones por desempleo, conducirán o ya están provocando recortes presupuestarios y decenas de miles de despidos de profesores.

Particularmente por esta razón, las negociaciones actuales sobre una nueva fase de alivio fiscal son cruciales para la educación.

En Europa, los presupuestos de 2021 aún se encuentran en la etapa de borrador. Sin embargo, la tendencia emergente es más bien un aumento del gasto público dedicado a la educación en Europa el próximo año. Una explicación proviene del hecho de que la postura fiscal seguirá siendo ampliamente expansiva en 2021.

En Francia, el presupuesto del Ministerio de Educación e Investigación debería aumentar en 2.700 millones de euros hasta alcanzar los 76.100 millones de euros según el anteproyecto de ley de financiación de 2021. El gasto en educación también puede formar parte de los planes nacionales de estímulo junto con el gasto en salud, protección social y apoyo empresarial. Por ejemplo, 8.500 millones de euros del plan de recuperación francés de 100.000 millones de euros se dedicarán a la formación de empleados y desempleados, así como al desarrollo de Edtech.

En Alemania, el proyecto de presupuesto de 2021 prevé un aumento de 1000 millones de euros a 40 300 millones de euros para la educación. El plan de recuperación de 130.000 millones de euros también proporciona financiación para la educación continua, para ampliar la jornada escolar (4.000 millones de euros) y para desarrollar herramientas digitales en la escuela con 1.000 millones de euros adicionales asignados al paquete digital. Para los países que no tienen margen de maniobra en el presupuesto, el recurso a fondos europeos puede permitir financiar gastos relacionados con la educación o la investigación. Por ejemplo, Ignazio Visco, el gobernador del Banco de Italia, aconsejó al gobierno italiano que utilizara los fondos del fondo de recuperación europeo para mejorar la infraestructura y los recursos dedicados a la educación y la investigación.

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